Y en nada las televisiones mostrarán en sus noticiarios las imágenes de la vuelta al cole y del inicio de las clases de los más pequeños.
Durante esta semana y la venidera los colegios abrirán sus puertas a su “público”. Por fin los angelitos vuelven a retomar esa ardua tarea de formarse para su futuro y convertirse en las personas de provecho que todos esperamos.
Más de uno/a empezará a respirar después de los meses agotadores de verano, calor y aburrimiento. Y esas últimas semanas de locura compradora, intentando equipar con todos los enseres el retorno de nuestros chavales.
Las conversaciones en la máquina de café sobre lo que cuesta ese libro, este uniforme, ¿o para que quiere el colegio que le compremos plastelina a un chaval de 12 años? Volverán a relegar a las que hemos tenido hasta hace solo una semana en el mismo sitio, y tras volver de unas “relajadas vacaciones”... Si, aquellas que hablaban de lo desobedientes que están, o lo absorbidos por la televisión, o que maleducados al responder, o incluso que no saben comportarse en un restaurante, en nuestros tiempos no eramos así.
Parece como si estos últimos problemas no fueran nuestros más que en los casi tres meses de verano, como si el resto del año la responsabilidad de educar se la pasáramos a sus profesores, como si nosotros no fuéramos una pieza, y de importancia, en la educación de nuestros hijos.
Tal vez en nuestro distrito no se pueda asaltar la comisaría, no tenemos, y la edad media de los chicos aún ronda los 8 años, pero si hemos podido ver como han ido proliferando las grafitis en vallas y muros, o cómo cierto grupo de chavales hacen la vida imposible a algunos vecinos, porque en su día este le recriminó que no tirara piedras contra una farola, o que no se cargara el banco a patadas.
Quizás involucrarnos de verdad en su educación conllevaría un distrito más limpio al enseñarles a tirar la basura dentro del contenedor y no al lado, más respetuoso al recoger las cacas de los perros y no abandonarlas, o más civilizado al admitir nuestros fallos cuando nos equivocamos.
La última frase solo para reconocer nuevamente la labor que realizan profesores y maestros.
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7 comentarios:
por no hablar de los grupos de chavales (cada día más pequeños) que se fuman porros en los parques, los que cogen las motos por las noches y van por las calles a toda leche...en fin, que es alucinante que si lo vemos y lo sabemos todos, sus padres o no se den cuenta o miren para otro lado.
Ayer día 13 (Domingo) me llamo mi vecina a las 9 de la mañana a la puerta de casa: Acaban de meterse en tu coche 4 chavales de no más de 12-13 años y ha empezado a rebuscarte todo. Han salido "tan panchos y ANDANDO" con un maletín negro bajo el brazo. El maletín negro no era ni más ni menos q el portátil del trabajo q me lo acababan de robar. Fuimos en busca de ellos (dos coches y una bici) pero la tierra se los había tragado en cinco minutos. No les dio tiempo a coger el bus, no se fueron a Fuente el Saz, no llegaron a Malatones. Los perdí, pero estoy seguro de que muy lejos no andaban cobijados en la sombra de su casa.
Un saludo
(C/Gregorio Ordoñez)
Pues no es el único acto bochornoso de este fin de semana. Ayer un vecino me contaba el último hallazgo en su jardín, una botella donde unos gamberros habían orinado y luego la habían tirado por encima de la valla.
Todas las noches de fin de semana sufre el particular botellón del parquecillo de la calle libertad, junto a la peatonal que nos une con malatones.
En una ocasión llamó la atención a unos chavales que apedreaban una farola desde entonces apedrean su casa o como en esta ocasión le hacen la vida imposible.
Un saludo
Luis
p.d. aún estamos a tiempo, entre todos, de poner soluciones antes de que esto se desmande.
Denuncia, es la unica forma de parar estas actitudes de los jovenes. Y no me vale que se piense que "son chavales y ya se sabe...". No, sinceramente una cosa son locuras de juventud - que todos tenemos alguna muesca en nuestro haber - y otra es ya el gamberrismo porque si.
Es evidente que la educacion familiar es importante y eso ni lo da ni lo quita el dinero que se pueda tener o la clase social.
Yo sinceramente no pienso dejar pasar una sola; acto de gamberrismo, llamada a la policia y guardia civil. Me da los mismo quien sea y si conozco o no a sus padres. Ya estoy cansado de atropellos y de poner la otra mejilla.
En el D5 ya empieza a ser preocupante el descaro con que algunos chavales campan a sus anchas; que aprendan un poquito de educacion. Los grafitis en la zona ya son bastante habituales, y empiezan ya ha estar en las fachadas de las viviendas, el tema botellon lo mismo; hasta se intento quemar la puerta de una urbanizacion no hace mucho tiempo.
Ante estos hechos: denuncia y ademas comunicarlo a los padres.
Aunque luego tambien hay a cada padre.....
Hace siete días que las farolas de la mitad de la calle libertad no se encienden ¿pueden enviar a alguien para ver donde está el problema?
La pregunta ¿pueden enviar a alguien...? ¿a ¿quien va dirigida? esta página no es del ayuntamiento, que yo sepa, si no de la asociación de vecinos.
Creo que es fácil averiguar el teléfono del ayuntamiento o de la oficina del distrito y llamar para decirlo y no sentarse a esperar que lo hagan otros.
Esta bastante claro que hay un grupo de chavales por la urbanización Soto del Duque que son los que parece pueden estar relacionados con estos inicios de vandalismo (no entro en el robo que se menciona, por que eso es ya muy grave). Supongo que todos más o menos nos los hemos cruzado alguna vez. Sino, no hay más que acercarse al parque donde termina de la calle Libertad y allí suelen estar, con sus litronas y porros. Yo no los conozco, ni se donde viven, ni quienes son sus padres, pero si alguien lo sabe por favor que lo diga abiertamente, porque mi sensación es que este tema va a ir a peor. Estoy convencido que si sus padres o tutores están informados la cosa cambiará y si no es así al menos sabremos donde ir a quejarnos.
Si de momento la seguridad durante las horas de ocio en la zona no era un tema peligroso, sería muy fuerte que nuestros propios hijos nos pusieran en peligro. Estos niños van a crecer y cada vez será más delicado tratarlos.
Como dato positivo he de decir que hay muchos más grupos de gente infantil-juvenil que circulan por las calles jugando, paseando o en bicicleta y sencillamente es agradable cruzarse con ellos, representan la zona donde nuestra familia quiere vivir.
Saludos
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